Izquierda Unida de Almería ha mostrado esta mañana en rueda de prensa su apoyo a la movilización que han convocado las organizaciones agrarias para el próximo 8 de octubre ante la falta de apoyo del Gobierno al sector hortofrutícola español.
La coordinadora provincial, Rosalía Martín, ha realizado un llamamiento a la población almeriense para que se unan “en una sola voz para la defensa del campo” a la vez que ha reclamado la intervención pública en el sector y ha recalcado que la Agricultura debe ser un sector estratégico y debe salir de los tratados de libre mercado.
En ese mismo sentido se pronuncia el manifiesto elaborado desde el área de Agricultura de IU, presentado hoy en rueda de prensa por parte del responsable, José A. López Vargas, y en el que se plantea “que la agricultura y la ganadería salgan fuera de los tratados de la OMC. Hay que crear un mercado mundial exclusivo para la alimentación, sin especulaciones y con controles de regularización de precios por los gobiernos. Por otro lado hay que garantizar la Soberanía Alimentaria de cada país. No podemos permitir que la independencia de alimentación de un país esté subordinada a las producciones de terceros, causando desajustes tanto en el país de origen como en el de destino. El modelo idóneo para un mercado justo y transparente consiste en el intervencionismo de los gobiernos en dicho mercado para frenar abusos y regular los márgenes comerciales”.
López Vargas incidió además en que “ante los abusos comerciales que sufrimos tanto a la hora de comprar como de vender productos no cabe división ni enfrentamiento alguno, sino unidad de acción, máxima información, exigencia de responsabilidad a los gobiernos y políticos, apoyar sin condiciones a quien verdaderamente defiende una agricultura para alimentación humana y no para negocios millonarios”.
El coordinador de Agricultura en IU Almería también expresó su preocupación ante el aumento de cupo permitido a países como Marruecos “que no cumple con los valores que se nos exigen a los demás agricultores, y ese aumento no beneficiará a los agricultores marroquíes, sino a las empresas europeas que se establecen allí para obtener mayores beneficios a menor coste”.
La coordinadora provincial recordó también que la agricultura española se verá además gravemente afectada si entra en vigor el Tratado de Lisboa, al que Irlanda ha dado el sí estos días y que supondrá la privatización de servicios como la Educación o la Sanidad, un varapalo a los derechos sociales ya que se permitirá la libre circulación de trabajadores a los que se aplicarán los convenios de sus países de origen y que antepone la economía de mercado a los derechos de los ciudadanos. Además, en materia de Agricultura Bruselas asumiría todo el control de las decisiones y se dejaría sin competencias a los gobiernos estatales.
ÁREA DE AGRICULTURA PROVINCIAL DE IU-LV-CA DE ALMERÍA
MANIFIESTO – OCTUBRE DE 2009
Posiblemente estemos ante la mayor reconversión agrícola y ganadera de la historia de la humanidad. Y la culpa la tiene el propio hombre, que ha convertido su necesidad básica de obtener alimentos en un negocio multimillonario, ha permitido que dicha actividad sea dirigida por grandes empresas multinacionales, y ha consentido que los gobiernos nacionales mirasen para otro lado cuando se trataba de regular temas agrícolas o ganaderos.
Actualmente nos estamos encontrando con un alto precio de producción y una baja rentabilidad económica que asfixia cada vez más a la agricultura y a la ganadería de pequeñas y medianas explotaciones. Una devastadora consecuencia la constituye la pérdida de puestos de trabajo causada por la avaricia de las grandes cadenas comerciales, que generan grandes diferenciales de precios entre productores y consumidores. El modelo idóneo para un mercado justo y transparente consiste en el intervencionismo de los gobiernos en dicho mercado para frenar tales abusos, regulando los márgenes comerciales.
Hay que exigir que los gobiernos de cada país se planteen qué tipo de políticas agrarias tienen que desarrollar en sus territorios y que adopten un posicionamiento claro ante el desmantelamiento de la agricultura en beneficio de los grandes imperios comerciales, que deslocalizan su actividad aterrizando en países de bajo desarrollo, haciendo acopio de mano de obra barata y en condiciones de vida infrahumanas.
Lamentablemente, la Organización Mundial del Comercio (OMC) decidió liberalizar los mercados a nivel mundial, implantando el Libre Comercio entre países, todo ello con la excusa de desarrollar las zonas desfavorecidas, paliar el hambre en el mundo y mejorar los sectores productivos como la agricultura y la ganadería. Sin embargo, el efecto fue todo lo contrario: estamos viendo cómo zonas desfavorecidas están siendo esquilmadas y expoliadas sin que ello sirva siquiera para beneficio de los pueblos. Cada vez hay más personas que pasan hambre, llegando a morir. En realidad, la liberalización de los mercados sin control ha servido para intercambiar alimentos de países pobres por armas, coches, televisiones, y otros bienes de consumo inútiles.
Por eso hay que plantear que la agricultura y la ganadería salgan fuera de los tratados de la OMC. Hay que crear un mercado mundial exclusivo para la alimentación, sin especulaciones y con controles de regularización de precios por los gobiernos. Por otro lado hay que garantizar la Soberanía Alimentaria de cada país. No podemos permitir que la independencia de alimentación de un país esté subordinada a las producciones de terceros, causando desajustes tanto en el país de origen como en el de destino.
Es imprescindible que los agricultores y ganaderos de Almería, de Andalucía, de España, comprendan que los problemas que actualmente les están afectando, afectan igualmente en el resto del mundo. No es un problema local, es un problema global. Y esto no quiere decir que no tenga solución.
Ante los abusos comerciales que sufrimos tanto a la hora de comprar como de vender productos, no cabe división ni enfrentamiento alguno, sino unidad de acción, máxima información, exigencia de responsabilidad a los gobiernos y políticos, apoyar sin condiciones a quien verdaderamente defiende una agricultura para alimentación humana y no para negocios millonarios.
Un sector agrícola y ganadero con agricultores y ganaderos viviendo de su trabajo con dignidad y libertad es posible, siempre que quien tiene que resolver los problemas actúe con rapidez y contundencia, supeditando los intereses de unos pocos a los de millones de personas.
Tenemos que empezar a hablar de personas, de necesidades, de valores y derechos humanos, para cambiar el discurso del individualismo, del dinero, del poder y de las guerras.
La actual situación llamada Crisis Económica no es, ni más ni menos, que la peor crisis política y de valores que está afectando a todo el mundo. Estamos viendo cómo los políticos y gobiernos toman partido cada vez más por el posicionamiento de los ricos ante las demandas de los necesitados. Lo estamos viendo cada vez que toman medidas para rescatar a un sistema capitalista fracasado en vez de cambiarlo por un sistema más justo y humano.
La falta de credibilidad que están teniendo la mayoría de los políticos y gobiernos nace por la rendición de éstos ante las grandes multinacionales que les sostienen económicamente. Posiblemente, en un futuro no muy lejano, veremos cómo desaparecerán las siglas políticas de los partidos para pasar a llamarse NESTLE, CARREFOUR o SHELL.
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